Feliz año 2025 a todos, lo primero de todo. Este nuevo lapso ha comenzado como a mí me gusta, con un gran RPG y encima un Ys, para más jolgorio. Hoy me toca hablar de Ys Memorie: The Oath in Felghana, la adaptación del clásico Ys III: Wanderers from Ys de Nihon Falcom que parecía que no iba a llegar nunca a nuestras tierras, pues el juego llevaba publicado en Japón desde abril del año que acabamos de dejar y no había una intención muy clara de dejarlo caer por occidente, quizás al tratarse de un título que se puede encontrar ya en multitud de plataformas.
El gran atractivo jugable — y coleccionista — se encuentra en la versión de Nintendo Switch por su portabilidad, claro, pero a mí me toca desgranar este nuevo libro de aventuras en su versión de PS5 ( más concretamente en PS5 Pro, de hecho, y sin ningún tipo de mejora, he de añadir), así que toca sacar a pasear el acero eresiano de Adol Christin y naufragar por las bondades de una de las aventuras más queridas por los fans de toda la vida. ¡Menuda borrachera de Ys después de disfrutar recientemente de Ys X: Nordics!
Lo mejor de todo es que vamos a seguir teniendo más Ys en 2025 con el nuevo lanzamiento de Ys X: Nordics Proud y quizás, quién sabe, si esa versión para Nintendo Switch de Ys: Memories of Celceta en occidente este mismo año. Sea como fuere, toca atracar en el puerto de Redmont y hacer una visita al pueblo natal de nuestro querido Wall Crusher de confianza: Dogi y desgranar los misterios que lo atemorizan. ¡Que comience la aventura!
¿Conoces el nombre de Adol Christin?
Ys Memorie: The Oath in Felghana siempre fue el tercer juego canónico de la saga hasta que en 1993 se publicaron varios juegos del cuarto libro: Ys IV: The Dawn of Ys e Ys IV: Mask of the Sun. No sería hasta 2012 donde ambos juegos se fusionarían en uno, el que conocemos todos como Ys: Memories of Celceta y acabará situándose cronológicamente como tercer juego canónico. Cuando Celceta creía que ese puesto privilegiado en la timeline se había instaurado definitivamente, Nihon Falcom decide que no, que Ys X: Nordics es el tercer juego canónico y que Celceta se queda en cuarto puesto y Felghana, de momento, en el quinto. Menudo lío, pero ya nos hemos situado en la timeline que solo le importa al fan, porque a los japoneses…
Movidas cronológicas aparte, en esta aventura nuestra inseparable dupla de intrépidos cazadores de tesoros y folloneros profesionales hace parada en Redmont, el pueblo natal de nuestro inseparable Dogi, pero nada más llegar, éste nota que algo no anda bien. Poco o nada tarda en darse cuenta de que sus amigos de la infancia, Elena y Chester Stoddart, están separados desde hace algún tiempo y que este último se ha unido a las filas del ejército Romuno en busca de ciertas reliquias; la finalidad de dichos artefactos es todo un misterio y será el vehículo conductor de toda la aventura en Ys Memorie: Oarh in Felghana.
Como en todo periplo clásico de Ys, te vas a topar con un juego de un empaque mucho menor que lo visto anteriormente con Ys VIII: Lagrimosa of DANA, Ys IX: Monstrum Nox o Ys X: Nordics ni siquiera se acerca en tamaño a Ys: Memories of Celceta o Ys: SEVEN, pero es que los juegos con el sistema de juego Napishtim son así, más comprimidos, directos y satisfactorios. A mí personalmente, es mi estilo de juego favorito y tanto Oath in Felfhana como Ark of Napishtim u Origin tienen un encanto especial por esa mezcla entre minimalismo narrativo y máximo foco en la acción y música metal sin descanso.
Claro que el juego no será todo ir hacia adelante pegando espadazos: también existen varias misiones secundarias interesantes para conseguir objetos que nos facilitarán la vida en las zonas más exigentes y te obligará a peinar todas las zonas explorables para encontrar coleccionables que potencien tus ataques mágicos u obtener mejor equipo para afrontar los distintos retos del juego. Lamentablemente, en este port esperaba bastantes más opciones de Quality of Life a lo que al desarrollo de la aventura se refiere. Por ejemplo, no hay indicadores de misiones secundarias por ningún lado; tendrás que estar constantemente recorriendo Redmont y hablando con los lugareños para encontrarlas. Tampoco podrás hacer seguimiento y mucho menos vas a disponer de un mapa para ubicar a los NPC, ni tampoco sabrás qué camino tomar para avanzar en la aventura. Es un “port” bastante conservador en este sentido, pero hay que pensar que la magia original debe prevalecer y que forma parte del encanto de los juegos de la época.
Donde sí vamos a ver un trabajo bastante bueno es en las nuevas ilustraciones de personajes en sus diálogos. Anteriormente teníamos unos diseños que, creo firmemente que, se tratan de Tomoko Sakai – Nihon Falcom no acredita a prácticamente nadie de la empresa, así que no lo puedo confirmar – por diseños con estilo más anime de la mano – y de este estoy bastante más convencido, pero no rotundamente – de Atsushi Takai, que ha trabajado en prácticamente todas las portadas de los juegos actuales de Ys y la saga Trails. Otro de los añadidos es que Adol tiene sus propias líneas de diálogo; no muchas, no vayamos a volvernos locos, pero deja de ser el mudito de nuevo. Dogi también tendrá su momento de calentar la voz, además de un narrador que cuenta qué es Ys y quién es Adol Christin; todo lo que sea añadir, bienvenido sea.
Salta y ataca sin morir en el intento
Como he comentado antes, Ys Memorie: The Oath in Felghana usa el sistema Napishtim, lo que significa que solo controlamos a Adol dando espadazos a diestro y siniestro a una velocidad de infarto. En este libro se añaden tres ataques mágicos en forma de brazaletes que se pueden mejorar si se encuentran los distintos rubíes y que, una vez encastados, podrán lanzarse magias cargadas muy poderosas y necesarias incluso para sortear los distintos obstáculos de las mazmorras.
El sistema Napishtim también se caracteriza por tener un confuso e impreciso sistema de salto que le aporta un cierto componente plataformero que desquicia a cualquiera. Aun así, es seña de identidad y verdaderamente necesario para dotar de verticalidad a los juegos que gozan de este sistema de combate. Como “mejora” se ha añadido el libre movimiento de Adol por el campo de batalla, liberándolo de las 8 direcciones establecidas de los clásicos juegos 3D. Lo gracioso es que para el susodicho plataformeo, desactivar esta opción es necesaria porque cualquier movimiento errático con el stick te sancionará con enviarte a lo más profundo de la mazmorra donde te encuentres para que tengas que volver a subir todo de nuevo y matar a absolutamente todo para… ¿Volverte a caer? Por decirlo finamente, es DESESPERANTE. ¿Mejora de QoL? Mejora mis cojones. Desactívalo, juega como se jugaba originalmente y sé feliz.
Espera, que la “mejora” del sistema de combate no termina aquí. Como añadido “guay” en Ys Memorie: The Oath in Felghana, se han añadido dos modos de velocidad para que puedas “disfrutar” de la aventura arrancándote de los pelos. Se han incorporado los modos Turbo x1,5 y x2.0 que le darán al juego más velocidad, claro está, y que se volverán completamente injugables si pretendes enfrentarte a enemigos de iguales o a jefes finales; no solo se hace injugable, es que los controles por momentos ni responden. Yo solo he activado estos modos si tengo que recorrer largas distancias a pie y sé que los enemigos que me voy a topar son de más bajo nivel. No pruebes estos modos con nuevas zonas y mucho menos con las partes de plataformeo; no te hagas daño innecesario.
Gráficamente tampoco hay mejora respecto a otras versiones existentes. Sí es verdad que los menús y las opciones están en alta definición (bien), pero es bastante decepcionante que los entornos 3D revientan tus ojos de lo definidos que se ven — tan afilados que cortan — y en cambio los modelos prerenderizados (porque no son 3D) de los protagonistas se ven tremendamente borrosos. Un contraste bastante poco trabajado. Encima Ys Memorie: The Oath in Felghana hace zoom a las partes donde se concentra mayor carga narrativa y es ahí donde más le ves las costuras; que puede parecer una chorrada, pero oye, ya que se ponen, podrían haber hecho un rediseño de los Pinypon, y les hubiese quedado de rechupete.
Parece que estoy bastante indignado, pero no es así. Soy de los que ha crecido con este sistema de combate. Empecé mi andadura en Ys con Ark of Napishtim, donde el salto es aún más errático e innecesario, pero quiero pensar que Falcom ha podido pulir algo mejor este producto, porque me interesa que Ys llegue a contra más gente mejor y este título puede espantar al recién llegado más que invitarlo a seguir. Que Ys Memorie: The Oath in Felghana no llegue traducido tampoco ayuda, porque es un juego de empaque pequeño, de corto recorrido — te puede durar unas 10 horas máximo — sin excesivas líneas de diálogo y, coño, que hemos disfrutado de una localización maravillosa con Ys Origin, pero claro, aquí publica Marvelous y te jodes. En fin, que me molesta un poco no tener un producto mejor pensado para el nuevo jugador y sí en un port conservador más indicado para el fan de toda la vida, que está bien, ojo, pero Ys debe ser más universal si queremos que lleguen traducidos, hostia ya.
Me lío yo solo. Una vez terminado Ys Memorie: The Oath in Felghana, vas a obtener ciertos extras desbloqueables. El primero es el clásico Time Attack, donde tendrás que derrotar a los jefes finales con la presión de hacerlo en el menor tiempo posible. El segundo desbloqueable es el nivel de dificultad Inferno para aquellos jugadores que no han tenido suficiente con caerse al pozo veinte veces; ahora a jugar y que todo te haga instakill. También se desbloquea la galería para que le eches un ojo a las ilustraciones originales y a las nuevas (con mención especial al Boobst que recibe Cynthia).
No quiero cerrar este análisis sin comentar que la banda sonora, pese a que no ha sido mejorada ni reversionada en su versión original de PC de 2005, sí que se ha remasterizado la versión original de PC88 obra de la increíble Mieko Ishikawa, y de la versión de X68K adaptada por Masaaki Kawai, que podrás elegir en el menú de opciones en cualquier momento, así como las voces en inglés o japonés. Por lo demás, todo igual, todo muy conservador, todo muy… ¿Japonés?
FIN (Conclusión)
Empezar el año jugando a un Ys siempre es bien, jugar a Ys Memorie: The Oath in Felghana y rememorar una de las aventuras preferidas de los fans es MUY bien, pero como ya comenté en el análisis de Dragon Quest III HD-2D Remake, los juegos clásicos vienen con ese pan duro bajo el brazo, en forma de mecánicas arcaicas que pueden echar para atrás a un polluelo que se quiere adentrar en el universo Ys.
Como he citado pocas líneas arriba, es un port conservador donde las mejoras son pocas, quizás no muy relevantes, pero es que hay otras que directamente empeoran la experiencia jugable; por suerte son evitables y fácilmente identificables. No quiero ser injusto tampoco; en líneas generales es una adaptación que cumple con los mínimos necesarios para ser disfrutable y, si no tienes prejuicios y has venido a jugar, entonces vas a probar las mieles de uno de los mejores juegos de acción de principios de los 2000 y eso siempre será una muy buena noticia.
Nos consolamos con:
- Impepinable excusa para jugar a uno de los juegos de culto del RPG japonés de principios de los 2000, también en Nintendo Switch.
- Acción a un ritmo vertiginoso ensalzada con una banda sonora espectacular.
- Las nuevas ilustraciones de los protagonistas encajan mucho mejor con el tono del juego.
Nos desconsolamos con:
- Algunas mejoras de QoL empeoran la experiencia; menos mal que se pueden desactivar.
- Al tratarse de un juego de menor empaque, podría llegar traducido.
- Se podría haber trabajado un poco más el apartado gráfico de los personajes que contrasta mucho con los entornos.
Análisis realizado gracias a una copia digital para PS5 proporcionada por Marvelous Europe
Ficha
- Desarrollo: Nihon Falcom
- Distribución: Marvelous Europe
- Lanzamiento: 07/01/2025
- Idioma: Voces en Inglés y Japonés, textos en Inglés
- Precio: 39,99€
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