
Kazutaka Kodaka y Kotaro Uchikoshi son dos de los creativos más reconocidos dentro del campo de las Visual Novels. A lo largo de los años nos han ganado a los fans con el estilo visual tan distintivo de Kodaka junto a los misterios planteados en Danganronpa, o las sorpresas meta-narrativas de las obras de Uchikoshi como Zero Escape o AI: The Somnium Files. Así que, cuando anunciaron su colaboración para crear The Hundred Line: Last Defense Academy, el hype se salía por la escala.
Pero no se querían quedar en «sólo» una Visual Novel más. Estamos ante el proyecto más ambicioso de ambos creativos, tanto por la parte narrativa como en la jugable. Entre las decenas de rutas a nuestra disposición o los intensos combates tácticos, nos esperan grandes clases en esta academia. ¿El examen definitivo? Salvar a la humanidad sobreviviendo al ataque incesante de un misterioso enemigo durante 100 días. Así que preparad vuestras armas para uniros a este variopinto grupo de personajes, que las clases están a punto de comenzar.
100 días para salvar a la humanidad
Desde el principio, la sensación de estar ante una obra de Kodaka a lo Danganronpa es muy palpable. Tras conocer al protagonista, el típico adolescente que vive una vida normal junto a su amiga de la infancia y su familia, todo se va al traste. Unos monstruos atacan la ciudad/complejo en la que viven, y gracias al misterioso poder de la hemoanima, puede hacerles frente. Acto seguido es «reclutado» de manera forzosa para salvar a la humanidad, despertándose en una escuela junto a otros adolescentes con habilidades similares sin saber cómo hemos llegado allí, el origen de los poderes ni nada.
¿Nuestro objetivo? Proteger la escuela del ataque de unas fuerzas invasoras, ya que si la toman, la humanidad llegará a su fin. Tenemos que aguantar 100 días, y la guerra llegará a su fin. ¿Por qué dejar el destino de la humanidad en manos de unos adolescentes? ¿Quiénes son estos invasores? ¿Todo acabará realmente cuando alcancemos el Día 100? Son los interrogantes que nos irá planteando The Hundred Line: Last Defense Academy, planteando respuestas poco a poco a la vez que vamos conociendo a nuestros compañeros.
Lo dicho, todo es muy Danganronpa, pero cambiando el juego mortal de asesinatos entre alumnos por una campaña militar en plan Tower Defense. Hasta los diseños y arquetipos de personajes nos recordarán a otras obras de Kodaka, repitiendo incluso poses o sprites, lo que quita algo de sorpresa al conjunto… Inicialmente. A medida que van pasando los días, todo se va desarrollando, y se puede apreciar cada vez más lo que hace único al juego.

No podía faltar el personaje mascota en un juego de Kodaka
Unos compañeros de clase muy particulares
Tener a todo el cast sin matarse mutuamente permite que además de su momento de gloria en diferentes puntos de la historia, puedan estar presentes más tiempo en la aventura y su desarrollo pueda ir a fuego lento. Un ejemplo perfecto es el de los gemelos Kako e Ima, a quienes odiaba al principio por el dichoso cliché del hermano sobreprotector hasta llegar a ser turbio de narices (lo único malo de Spy x Family con el hermano de Yor), pero que acabaron convirtiéndose en dos personajes espectaculares. Eso sin olvidarnos al bueno de Eito (fan del ship Takumi x Eito) con sus momentos de puro shonen aprovechando el poder de la amistad, que me conquistó desde el principio, o algunos personajes como el asesino Yagumu que se unen más adelante y captan nuestra atención desde el primer momento.
También me ha gustado cómo The Hundred Line desarrolla al protagonista Takumi. Su relación con Karua es una parte central de la historia, y mediante flashbacks, podremos ver perfectamente por qué es uno de sus principales motivos para luchar en esta batalla con tantos misterios de por medio. Así que, aunque muchos personajes empiezan siendo tan planos como los recortables con los que se les representa en la escuela, se les acabará cogiendo bastante cariño a la mayoría… A su manera, que los tropos que representan algunos siguen siendo bastante cansinos. Os miro a vosotros, Shouma y Gaku. El ritmo general de la historia es bastante bueno, yendo a más según se desvelan algunos de los principales misterios, se plantean otros nuevos y vamos conociendo más a los personajes.

Las escenas de preparación para la batalla con transformación a lo magical girl sangrientas son geniales
Decisiones por todas partes
Sin entrar en spoilers, la primera partida no es el final de The Hundred Line. Tras una parte común, podremos empezar a tomar decisiones, alterando el rumbo de la historia y dando lugar a las múltiples rutas posibles para la aventura. Aquí entramos en la parte más Uchikoshi, como ha ocurrido en la saga Zero Escape. Así que, con las 25-30 horas que dura la primera partida, no habremos acabado, necesitando varias partidas para poder desvelar todos los misterios.
Y no penséis que estamos ante una pequeña variación aquí y allá de lo que hemos visto en otras ramas. Habrá personajes que cobrarán más protagonismo en estas nuevas ramificaciones, otros directamente estarán muertos, y en su conjunto, se ofrecen experiencias narrativas muy distintas. Cada ruta, desde el inicio, bien podría ser otro juego entero, por lo que The Hundred Line es inmenso.

Se tarda en ver estas pantallas de decisiones… Pero menuda fiesta cuando comienzan
En el momento de escribir estas líneas, he podido avanzar algo en varias rutas para comprobar las diferencias, pero no me ha dado tiempo a acabar todas ellas. Kodaka y Uchikoshi ciertamente han apostado por la cantidad y la calidad con tantas ramificaciones, y me encanta… Aunque eso signifique que le cuesta algo arrancar hasta llegar a toda esta locura. Estamos hablando de decenas y decenas de horas, y como queramos conseguir absolutamente todos los finales, bien podríamos estar con The Hundred Line durante meses.
Por suerte, el juego también nos pone bastantes facilidades para buscar ese 100% o el «final verdadero» donde se desvelan todos los misterios de la manera más satisfactoria posible. La selección de capítulo nos permite saltar de una rama a otra fácilmente, viendo qué personajes están vivos o activos en la escuela en cada día, además de poder omitir las batallas repetidas en algunas de las otras rutas. Esto también nos permite, si vemos que una ruta no va por el camino que nos interesa, probar otra a ver si ese personaje que tanto nos gusta tiene más presencia.

La decisión de quién ejecutará al jefe final de turno será clave para hacer más poderosos a nuestros compis favoritos
Danganronpa, y encima táctico
Hasta ahora me he centrado en la parte más de Visual Novel, ya que creo que es el género principal de The Hundred Line. Nos vamos a pasar leyendo durante una buena parte de la aventura, pero también hay que destacar la parte jugable táctica. Las batallas no serán un elemento narrativo más, sino que las viviremos, con la forma de una especie de un JRPG táctico al más puro estilo Fire Emblem o Disgaea. Me daba miedo que ocurriera como en Digimon Survive y las batallas estuvieran de pegote, pero me alegra confirmar que son increíblemente divertidas.
En la mayoría de misiones tendremos que proteger los generadores de escudo de la escuela, funcionando un poco como en un Tower Defense. Cada uno de los personajes tienen armas y habilidades únicas, que los hacen ideal para hacer ataques individuales, servir de tanque, apoyar a los aliados con diferentes mejoras o atacar a largas distancias. Todos tienen un papel en el campo de batalla, teniendo nosotros que elegir con las acciones por turnos de los que disponemos cómo aprovecharlos de la manera más eficiente posible.

Los monstruos han pedido un Glovo de… ¡misiles con poderes de sangre!
Al ganar más acciones por derrotar enemigos grandes, todo se convierte en un pequeño gran puzzle. Combinar tanto el ataque como la defensa es crucial, en un constante tira y afloja donde acabar con los masillas para que no hagan estragos en el generador, pero buscando ganar acciones extra para derrotar ejércitos en un sólo turno. Poco a poco siempre se van introduciendo nuevas mecánicas, ya sean giritos especiales por los enemigos que nos ataquen, nuevos compañeros que se unen finalmente a la batalla o normas especiales debido a algún suceso de la historia.
Hay bastante profundidad, y lo mejor es cómo The Hundred Line nos anima a ir siempre a la ofensiva. Los personajes reviven en cada nueva oleada, con la posibilidad de hacer ataques definitivos tanto al rellenarse un indicador como al estar malheridos, sacrificando en este último caso al personaje. Incluso nos dan más puntos si mueren los personajes, creando una dinámica bastante interesante.
¿Llegan a ser las peleas tan profundas como en los mencionados Disgaea o Fire Emblem? Ni por asomo. Es hasta relativamente fácil «romper» el juego, pudiendo derrotar al jefe final del nivel en un único turno si aprovechamos bufos, ataques definitivos y objetos especiales que no hayamos usado en las oleadas anteriores. E incluso así, es increíblemente divertido, y como nos pille despistados, igual hasta puede ofrecer un reto la mar de interesante.

Habéis activado la carta trampa. Ataca dragón blanco de… ¿cuchillas rojas?
El día a día en Last Defense Academy
Entre los momentos más narrativos y los combates, los alumnos de Last Defense Academy también tienen algunos momentos libre. ¿Cómo gastar ese tiempo? Reforzando la parte narrativa y jugable, cómo no. Al igual que ocurría en Danganronpa, podremos pasar el tiempo con nuestros compañeros, viviendo varios eventos que nos permitirán conocerles más, a la vez que se mejoran varias estadísticas asociadas a cada personaje.
Las stats sirven para ir desbloqueando diversas mejoras, ya sean nuevos ataques para los personajes, subirlos de nivel o mejoras para los items que podemos usar en la batalla como las trampas especiales o las pociones. Al mismo tiempo, en los eventos podremos recibir pistas de qué les gusta a nuestros compis, lo que nos permitirá hacerles regalos, y así subir las stats más rápidamente.

Tan pronto estamos en el Danganronpa Táctico como pasamos al Danganronpa Party
¿Cómo conseguir los materiales con los que hacer los regalos y comprar las diversas mejoras disponibles? Saliendo a explorar, pasando el juego a una visión de tablero (de nuevo, como en Danganronpa), combinándose el azar con varias batallas para ir consiguiendo todos estos objetos especiales. Ir intercalando los momentos más narrativos con estas opciones del día a día crea un buen ritmo, además de permitirnos reforzar a las tropas de cara a los combates, unificando así todos los elementos de The Hundred Line.
No todos los aspectos jugables extra a este bucle habitual funcionan igual de bien. Hay secuencias contadas con los dedos de la mano de sigilo que son increíblemente pochas. O los momentos de convencer a los aliados tampoco llegan a tener mucha chicha, quedándose en un claro intento de tener otro momento más como los juicios de Danganronpa entre manos. Hasta la exploración de la escuela desde una perspectiva 2.5D no me ha parecido gran cosa, recurriendo al final al viaje rápido en prácticamente todas las ocasiones.

¿Para qué explorar a patita si luego podemos usar el viaje rápido?
Tu sprite me suena
Pasando a los aspectos técnicos, por si no se ha notado hasta ahora, The Hundred Line usa el estilo tan distintivo de Kodaka, encontrándonos una mezcla de los estilos de Danganronpa como de Rain Code. O dicho de otra manera, hay elementos en 3D como varias secuencias de vídeo de lo más llamativas, mientras que el uso de sprites, CGs y recortables son lo más habitual. La unión de ambos estilos por lo general funciona, pero me parece cutre que en la escuela, Takumi esté en 3D pero los personajes sean recortables en vez de tener un modelado 3D para mantenerlo todo cohesionado.
La ambición que comentaba antes de la narrativa con tantas ramificaciones tiene sus partes buenas y malas en lo técnico. Por un lado, hay alrededor de 600 CGs para nuestro disfrute. Varias son similares entre ellas, pero se nota que Kodaka ha puesto un gran empeño en que el juego entre por los ojos. Los mapas donde combatimos son más repetitivos, usando el escenario de la escuela durante la mayoría de veces, lo cual tiene sentido a nivel narrativo, pero claramente no da mucha variedad.

A Darumi le da alergia todo lo que no sea un killing game
La parte sonora es también genial, con unas melodías que consiguen mezclar el tono Danganronpa con otros momentos más épicos de la ciencia ficción o el shonen. El doblaje en inglés vuelve a ser excelente, igual que la localización a dicho idioma. El problema es no todos los diálogos cuentan con voces. De nuevo, otra consecuencia de la ambición de The Hundred Line, haciendo que sea habitual tener diálogos muy extensos donde sólo una frase sonará entre un mar de silencio. Queda raro, y me recuerda a lo ocurrido en muchos The Legend of Heroes, por lo que hubiera preferido más consistencia. O un diálogo/secuencia entero doblado, o nada, pero no frases sueltas aquí y allá.
Algo que quiero destacar es lo bien que funciona el juego en la Steam Deck. Lo he jugado tanto de manera portátil como con un dock en el televisor, y en ambos casos, el título ha funcionado de maravilla. Con que si queréis jugar así, adelante, ya que no hay ni tirones, ni momentos de baja resolución ni ningún problema que nos chafen la experiencia. Y vaya si voy a aprovechar para seguir en varias de las rutas en próximos viajes.

Si se hace un ataque especial, ¡hay que hacer una pose molona!
Conclusión
The Hundred Line tiene algunos de los mejores elementos de Kodaka y Uchikoshi. Un casting ecléctico que aprovecha al máximo los tropos del manga-anime, una propuesta loca que usa una escuela como escenario principal y montones de ramificaciones para crear decenas de finales con múltiples tipos de historia en cada una de estas ramas. Todo esto combinado con unas peleas sorprendentemente divertidas, para crear un conjunto ambicioso, completo y adictivo a más no poder.
Ahora bien, esa ambición a veces es el peor enemigo de esta propuesta. Se tarda bastante en llegar a la parte de tomar decisiones, siendo durante toda esa parte común una aventura muy divertida pero demasiado Danganronpa hasta que no pasan unas cuantas horas. Y cómo no, tener tantas ramas posibles, hace que igual no caemos en una que nos guste tanto, lo que puede afectar a nuestro disfrute general.
¿En la parte positiva? The Hundred Line: Last Defense Academy tiene algo para todos. Si os gustan las obras de Kodaka o Uchikoshi, os va a encantar. ¿Sois fans de la ciencia ficción? Perfecto. ¿Los killing games? Desde luego. ¿El misterio? Imposible que no esté. ¿Los JRPGs tácticos? ¡También! The Hundred Line es todo esto y mucho más, con que ya sea por una vía o por otra, seguro que os acaba atrapando.
Nos consolamos con:
- Peleas tácticas sorprendentemente divertidas
- Las múltiples ramificaciones de la historia y lo increíblemente diferentes que son
- Un casting al que se le acaba cogiendo bastante cariño
- Bucle jugable entre VN, combates y eventos sociales increíblemente adictivo
Nos desconsolamos con:
- La parte común es, durante bastante tiempo, demasiado Danganronpa y no muy sorprendente
- El gran número de diálogos sin voces
- Incluso tras conocer a los personajes, algunos nos seguirán pareciendo muy pesados o molestos
- Completamente en inglés
Ficha
- Desarrollo: Too Kyo Games, Media Vision
- Distribución: Aniplex
- Lanzamiento: 24/04/2025
- Idioma: Textos en Inglés y Voces en Japonés o Inglés
- Precio: 59,99 €
Deja una respuesta