Desconsolados

[GC 24] Impresiones de Trombone Champ: Unflattened. El concierto más absurdo y maravilloso de la historia

Hace un tiempo, Trombone Champ se volvió todo un éxito… ¡y no es para menos! Escuchar algunos temas emblemáticos de una manera absurda como si usáramos la típica trompeta de feria es una fantasía. Aunque me encantan los juegos musicales, por algún motivo no lo llegué a probar en su momento. Eso ha hecho casi más sorprendente mi primera toma de contacto con Trombone Champ: Unflattened, la adaptación a la VR del juego, y sinceramente, me cuesta creer que el juego no fuera diseñado desde el primer momento para la Realidad Virtual.

El origen de este proyecto es bastante interesante, al empezar como un mod, y convertirse ahora en el primer lanzamiento del recién formado Flat2VR Studios. Es el equipo formado por modders para hacer adaptaciones oficiales, y por lo probado en Gamescom, van a empezar por la puerta grande.

Oda al «pup, pup, pup, pup»

Hay canciones que conocemos más que de sobra. Es escuchar una nota, y ya nuestra mente es capaz de seguirlas. ¿Un ejemplo claro? La «Oda a la Alegría«. Ahora imaginaos ese mismo tema pero con «pum, pum, pum, pum, pum» de lo más estridentes para destrozar el tema de tal forma, que es imposible no estar enamorados del resultado final. Esa es la magia de Trombone Champ: Unflattened, ya que sabemos el «terrorismo musical» que estamos haciendo, pero es taaaaaaaan divertido, que es imposible no querer ser reincidente.

¿Y cómo lo cometemos? ¡Como si tuviéramos un trombón de verdad! O dicho de otra manera, nos toca ir moviendo el manillar del instrumento para ir tocando una nota u otra. Esta era la mecánica también de la versión en plano, donde esta acción física se hacía con el ratón. ¿En VR? Lo hacemos directamente con nuestras manos, como si estuviéramos haciendo «Air Trombon». O como lo queramos llamar de manera rimbombante.

El resultado es una jugabilidad increíblemente divertida. Mientras jugaba no podía evitar moverme de la manera más disfrutona posible como en unas fiestas de pueblo al ritmo de «pum, pum, pum». Ir ajustando la posición del brazo de manera constante mientras intentamos seguir las partituras es increíblemente divertido. Y es inevitable no soltar nosotros cada «pium, pium» con la boca al llegar a cada nota. De hecho, me encantaría que esa fuera una manera de activar las notas, para desgracia de mis vecinos. En su lugar, tenemos que pulsar el gatillo o el botón de acción del mando, y creedme que tras unas cuantas sesiones acabaremos con el dedo bien cansado.

El espectáculo debe continuar

La otra pieza clave de la experiencia de Trambone Champ: Unflattened es, cómo no, la presentación. Estaremos en mitad de un escenario ante un montón de monigotes al estilo Miis como espectadores. Todo es muy inmersivo, al igual que el propio trombón que tendremos en nuestras manos. Me encantaba cómo, de manera dinámica, podíamos ver si estábamos haciéndolo bien o mal en función de la reacción del público, algo que añadía muchísimo a la experiencia.

Pude hacer unas 4-5 canciones y quería seguir sobre el escenario para no parar de hacer el idiota. ¡Y tocar el trombón no es nada fácil! Es parte de la broma, que hacer tanto el ridículo sea tan complejo, pero ciertamente, las dificultades más altas fueron un desafío de lo más potente pero satisfactorio. Tengo ganas de alcanzar la tan ansiada S y dar el mejor-peor concierto de la historia.

Todo esto es sólo la punta del iceberg. Aún queda por ver cómo funcionarán las opciones de personalización del trombón, si habrá soporte para canciones de la comunidad en Quest o PC, o los piques en las tablas de puntuación. Trambone Champ: Unflattened me tiene totalmente enamorado con su tontuna extrema y lo bien que funciona en VR, con que estoy deseando que llegue más pronto que tarde. Si todo va bien, antes de que acabe el año podremos disfrutarlo en Meta Quest, Steam VR y PS VR2, marcando así el inicio para un futuro más que prometedor para Flat2VR Studios.

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